¿Por qué mujeres jovenes y bellas, con posibilidades infinitas y pudiendo aspirar a más se exponen y se arriesgan a ser la Amante de alguien creando incluso Karma de Linaje?
Aunque para la sociedad sean las “malas”, o las “quita maridos”, “las queridas”, entre otros adjetivos despectivos, lo que muchos no saben es que “estas mujeres experimentan, en su papel de amantes, una historia muy dura para afrontar de manera consciente o incosnsciente.
La inmensa mayoría de ellas tiene problemas de muy baja autoestima, y les permiten a los hombres tenerlas como segunda opción por temor a no merecer nada mejor”
Para Alberto Linero, autor del libro ‘¿Qué tiene ella que no tenga yo?’, “hay muchas situaciones que entran en juego.
Una de ellas es la necesidad de algunas mujeres, que han sido muy controladas, de ir en contra de lo establecido. Ellas reconocen y están dispuestas a sufrir y a vivir lo que se venga. La mujer que acepta estar con un hombre casado tiene conciencia de que no tendrá una relación funcional, sana y equilibrada; sabe que va a ser rechazada y criticada. Sin embargo, cree estar haciendo lo que muchas quisieran hacer”.
Y aunque algunos piensen que el factor económico prima en las motivaciones de una mujer para aceptar ser “la amante”, los especialistas y psicoterapeutas coinciden considerar que “lo que prima es la creencia de la existencia de hombres o situaciones perfectas sin complicaciones y exijencias.
Buscan llenar sus vacíos existenciales con alguien que le brinda un goce prohibido, cuya verdad se filtrará en la familia, generando una soledad hacia sus seres más queridos y viviendo una agonía familiar”.
Según los especialistas y la estadistica, una mujer que acepta la condición de amante, se expone a que su hijos sigan un modelo en su adultez que repite la historia. o que tengan una muy baja autoestima ya que no se sienten dignos y portan a lo largo de su vida el estigma de la verguenza y el enojo o hasta odio.
“La mujer desde niña puede cargar un vacío de amor de la madre que no se ama a si misma, ya que la madre inconscientemente está más pendiente del varón. Y el padre esta regularmente ausente ya sea fisica, emocional o existencialmente . Esta niña busca al padre, pero él no está en casa (está buscando llenar su vacío con múltiples trabajos u otras mujeres), ella crecerá y buscará al hombre que nunca tuvo y descubrirá que ese hombre, en el que confió que la llenaría, está más vacío que ella.
Y surge la soledad”, y largo peregrinaje que inicia esa niña, adolescente y mujer por la vida,. ya que en mucho tendrá una crisis de pertenencia y de saberse repudiada o no aceptada totalmente.
Así se construyen ciclos y los Karmas de Linaje que llevan a mucha mujeres de una familia generación tras generación a repetir el patron o alejarse de él no por decisión consciente, sino por miedo.